Desde que estoy trabajando en  mi empresa, por el puesto de jefe han pasado varias personas. Se ve que es un puesto de paso para ir a otros superiores, por lo que la duración media de las jefaturas es de unos dos años como mucho.

Por ese puesto han pasado tanto mujeres que eran un encanto como señoras que era para darles de comer aparte. Hombres accesibles y que eran como uno más, a tios inaccesibles que para hablar con ellos había que pedir una audiencia. Como en todos sitios, supongo.

Lo que nunca había tenido era un jefe gay.

Ya cuando iba a venir, la gente habló de que era gay. No si era bueno o si era mal jefe, sino que era gay. Cosa que no creo que influya para trabajar, pero la gente es muchas veces así de corta.

A mí, si soy sincero, me hizo cierta ilusión. No por nada, pero sí por tener a alguien más del gremio en mi mismo trabajo (porque que yo supiese, hasta ese momento, era el único).

Nada más verlo, el hombre me pareció guapete y poco más, porque personalmente me pareció un tipo bastante seco y de los que marcan mucho las distancias con el personal a su cargo. Y eso a pesar de ser un tío joven. Bueno, joven tampoco, más bien cuarentón, pero que es la media del departamento.

Con el tiempo, la relación con él fue mejorando y su antipatía, más bien coraza, fue desapareciendo progresivamente.

Y entonces comencé a verle más atractivo.

Hasta el momento en que me empezó a caer mejor, la verdad es que no me había fijado en lo bien que le quedaba el traje. Ni en el culete que marcaba con según qué pantalones. O el paquetón que se le veía cuando se sentaba. O incluso el pectoral que se adivinaba cuando se ponía una simple camiseta. (Esto es algo que me ha pasado siempre, que si alguien me caía mal, ni me atraía ni nada…hasta que empezaba a gustarme)

Encima la relación entre nosotros fue mejorando bastante. De una seriedad absoluta al hablar, poco a poco fuimos pasando a un buen rollo y una buena relación que ya empezó a poner en alerta a los demás compañeros.  Muchos no dijeron nada, pero otros ya comenzaron a insinuar cosas… y ahí siguen.

Yo intento que esos comentarios no me afecten demasiado, pero, por si acaso, sigo manteniendo las distancias (es mi jefe) e intento que no haya nada más que una simpatía entre nosotros.

Otra cosa es lo que me gustaría que pasara.

Y es que el tema jefe-empleado empiezo a darme cuenta de que algo de morbo sí tiene.

La otra tarde, estando los dos solos en la oficina me llamó  a su despacho para tratar unos temas. Últimamente, ya nada más verme, me sonríe y mantiene esa media sonrisa toda la conversación. Empezamos a hablar de trabajo pero luego, no sé muy bien cómo acabamos hablando de películas porno… Y hablar de eso con un jefe, a mi particularmente, me da morbillo. Tanto que pensé que nos íbamos a empezar a calentar y protagonizar alguna escena sexual allí mismo sobre la mesa, cosa que por supuesto… no sucedió.

También es verdad que no sé si es imaginación mía o qué, pero cuando estamos con más compañeros, aunque hay buen rollo entre ambos, no es lo mismo que cuando estamos solos. De hecho recuerdo hace unos días que él estaba explicándome algo a dos centímetros escasos de mí, con una mano encima de mi hombro, y cuando llegó otro compañero a la oficina, automáticamente él se separó y mantuvo la distancia el resto de la conversación.

Yo tengo claro que los dos sabemos que el otro es gay. Ninguno de los dos hemos dicho nada al respecto. Yo no le pienso preguntar nada (repito, sigue siendo mi jefe), aunque él sí me ha preguntado varias veces si tengo novia, a lo que respondo que no…y nada más.

Otra cosa sería poder irme de fiesta con este hombre algún día.

En las cenas de empresa, siempre se suele sentar a mi lado, y aunque bebemos y charlamos más de la cuenta (ahí le da un poco igual que haya más gente), las cosas nunca van más allá, aunque solemos ser de los últimos en irnos del lugar.

Estoy casi seguro de que a solas las cosas serían diferente.

Lástima que eso no creo que se pueda saber…

Los comentarios, aquí debajo o en mi mail: gayalguien@hotmail.com

7 comentarios en “50 sombras de Grey

  1. Yo llevo a rajatabla la filosofía de «donde tengas la olla no metas la polla», más aún desde que me las tengo que ver con mi jefe buenorro. Otra cosa es que le cambien de puesto, perdáis vuestra relación laboral y podáis dar rienda suelta a la lujuria.

    Por cierto, en mi antigua empresa hicimos una cena de Navidad en Valencia y aquello acabó muy mal. Por el alcohol, no por nada carnal.

    Un saludo.

    Me gusta

    1. No, si yo también tengo claro que no es cuestión de mezclar las cosas, pero nunca me había atraído un jefe, y he de reconocer que es morbosa la situación (aunque no vaya a pasar nada). Igual si en lugar de jefe fuese un compañero la cosa sería más fácil (aunque tal vez el morbo tampoco sería el mismo…).
      Saludos.

      Me gusta

  2. Totalmente de acuerdo con el comentario de David: donde tengas la olla…
    Lo malo va a ser que se vaya acumulando tensión sexual entre vosotros (por lo que cuentas, el tmb siente cierta atracción por ti: esos acercamientos físicos y sociales, ese apartarse cuando llega alguien…) y tarden mucho en cambiarlo de destino. Llegara el calor, poca ropa, cervecitas after work…, a ver como sobrevivis (los dos) a todo eso sin mandar a la mierda el dichoso refrán que seguro que tenéis (los dos, insisto) en vuestra cabeza.
    Te deseo mucha suerte, Pablo. Ya nos dirás como evoluciona el tema.
    Hotdardo 🎯
    Pd: quizás lo más sensato sería q te echaras novia (si, con a) y así ya no correríais ningún peligro?? (hahaha 😝)

    Me gusta

    1. Pues alguna vez que nos hemos quedado los dos solos en el curro no te creas que no me lo he planteado, pero que sea mi superior directo me echa demasiado para atrás. Se quedará la cosa en amor platónico y ya está. Una lástima, porque para uno que me gusta…

      Me gusta

Deja un comentario