Supongo que, como todos, hay días de este encierro que se llevan peor que otros.

Los días que estoy más positivo (que coincide con los días en los que no veo los telediarios) es cuando me da por pensar que cuando todo esto acabe -que acabará- disfrutaremos mucho más de las pequeñas cosas que dejamos por el camino.

Cosas como tomar un café en un bar, o irte de cervezas con amigos. Un cine en compañía. Tomar el sol  en la playa. Hacer deporte. Una escapada de fin de semana. Ir de compras o un simple paseo en solitario.

Sin embargo, cuando me dejo llevar por la melancolía, el agobio y el bajón, me da por pensar que por mucho que queramos nada volverá a ser igual.

Imaginando un futuro post Covid-19, supongo que la higiene personal extrema se convertirá en algo habitual y es algo que, como dicen en el anuncio, pues oye, «ni tan mal». Y supongo que el uso de guantes y mascarillas, como medida de protección, también  (por lo menos durante un tiempo).

¿Pero y el distanciamiento social?

Viendo el otro día un telediario, comentaron que si para el verano todo esto se había calmado, en las playas no permitirían los paseos  por la orilla, ni ir en grupos, incluso estuvieron comentando la posibilidad de colocar cubículos delimitando los espacios para así mantener la distancia de seguridad de dos metros entre personas.

Es más, comentando esto con un amigo (por videollamada, que es algo de lo que empiezo  a estar un poco hasta los h….) me comentó que lo veía necesario, por el miedo atroz que siente ahora cuando se le acerca alguien en el supermercado.

¿Será esa entonces la tónica habitual?

¿Nadie se ha planteado lo que eso supondría?

Y es que una sociedad sin contacto entre las personas es lo más parecido a un futuro distópico ya visto en las películas. O en libros, tipo «Un mundo feliz», de Aldous Huxley.

Nos tendríamos que relacionar entonces con nuestros amigos y familiares, ahora sí, únicamente a través de una pantalla.  Ya no por comodidad, como era hasta ahora, sino como la única forma de contacto permitido.

¿Y el sexo? Pues supongo que, como en «Demolition Man» y tantas otras,, también por medio de Videollamadas o gafas 3D de realidad virtual. Que vale, que sí, que se hacía ya, pero pensar que eso pueda ser lo habitual y normal el día de mañana…me aterra.

Toda esta reflexión la hago también porque me he dado cuenta estos días de que los amigos asociales que tengo, frikis de ordenador, son los que menos están notando los efectos del encierro, ya que con lo poco que salían habitualmente, echan de menos pocas cosas.

Sin embargo, los que no parábamos demasiado en casa, sólo para dormir y poco más, pues somos los que estamos llevando bastante peor la situación.

Por el aislamiento y por la falta de contacto físico con otros, algo que, por lo menos a mí, me ha parecido siempre necesario.

Tanto que incluso es ahora cuando entiendo la labor terapéutica que hacían hace años aquellos pirados de los «abrazos gratis» (y mira que los puse verdes en su momento).

Y es que, visto lo visto, nunca se sabe lo que nos puede deparar el futuro…

Los comentarios, aquí debajo o en mi mail: gayalguien@hotmail.com

3 comentarios en “A dos metros de ti

  1. Uf… pues da que pensar esto que escribes… no le habíamos dado tantas vueltas… y ahora leyéndote… nosotros no lo aguantariamos 🤦🏻‍♂️ somos de salir, conocer, compartir… abrazos y besos también,. Necesitamos contacto directo, no videollamada ni 3d, cañas y vinos, tapas, paseos… ains… nos has dejado preocupados. Un besazo y cuídate.

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  2. Hola me encanta el contacto físico con el tio con el que me voy a acostar, besar me flipa, tocar, jugar con la lengua… Efectivamente en un principio estaremos un poco en alerta pero debemos recordar que los cientificos trabajan en tratamientos y vacunas que mas pronto que tarde llegaran. Hay que ser optimistas porque llegara.

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